Muy cerca de Da Nang se encuentran las montañas de mármol, de gran belleza y fascinación por la influencia que ejercen sobre el lugar. La más famosa de ellas, son cinco, es Son Thuy. Es en este lugar donde he tenido mi primer encuentro con la religión oriental en el continente donde es mayoritariamente practicada.
El budismo en Vietnam es un fascinante encuentro de varias ramas de este credo y que llega al país a través de India y China, amplia el conocimiento del confucionismo y se centra en el orden y las normas sociales que afectan a la condición humana.
Las escaleras de piedra que tallaron en la montaña, conducen a la Pagoda Tam Thai, donde se adora a Phat Di Lac. En la parte posterior de la pagoda está la cueva de Huyen Khong, en cuyo interior se encuentra una imponente talla de Buda. En el pasado, la pagoda pagó tributos a los dioses hindúes y budistas y ahora se dedica a las deidades Cham.
Para mí toda la iconografía que rodea a este forma en la que el hombre se relaciona con Dios, es nueva, pero muy pronto descubro que su base es la misma que en el resto de confesiones del mundo trayéndome a la mente estas palabras de Bahá`u`lláh:
El propósito de la religión, como ha sido revelado desde el cielo de la Santa Voluntad de Dios, es el de establecer la unidad y concordia entre los pueblos del mundo; no hagáis de ella causa de lucha y discordia. La religión de Dios y su divina ley son los más potentes instrumentos, y el más seguro de todos los medios, para el amanecer de la luz de la unidad entre los hombres.